Maalouf el Europeo
LUIS CONDE SALAZAR, Historiador Jueves , 10-06-10
Es probable que nada les diga el nombre de Hasan ibn Muhammad al-Zayyati al Fassi. Pero esa era la identidad natal de un más que notable erudito geógrafo renacentista al que Amin Maalouf ayudó si no a descubrir, sí a universalizar: el granadino que se llamó Juan León, más conocido como León el Africano, autor de la «Descripción de África», obra acabada en Roma en 1526, ciudad en la que fue primero prisionero tras ser capturado en la isla de Djerba y luego protegido del Pontífice León X (Juan de Médicis). Un viajero desarraigado, polémico y contradictorio que ya de niño sufrió el camino del exilio al que voluntariamente se encaminaron sus padres, miembros de una acomodada familia de Granada, rumbo a Fez (Marruecos), años antes de que la Pragmática de 1502 decretara la expulsión forzosa de la Península de los mozárabes no cristianizados. Un hombre singular que fascinó a Maalouf en parte por esa suerte de paralelismo inverso que con frecuencia se da entre un escritor y su personaje. Con pocos datos biográficos -los que hay- Amin Maalouf tejió una monumental ficción histórica, «León el Africano» (1986), éxito editorial planetario que vio la luz tres años después de haber publicado un sorprendente ensayo barnizado de novela titulado «Las cruzadas vistas por los árabes» (1983), primer libro del hasta entonces periodista, residente ya en París tras abandonar su país con el estallido de la cruenta guerra civil que asoló Líbano a partir de 1975.
Dos exiliados frente a frente: el Africano que nació en Europa, en Granada, y el europeo que vino al mundo en África, en Líbano; un musulmán que llegó a ser bautizado por el propio Papa y otro cristiano ocupado y preocupado por lo musulmán como cultura más que como credo. Ambas, figuras paradigmáticas de la vida a caballo entre dos mundos no tan extraños y defensoras de la construcción de puentes entre Oriente y Occidente. León el Africano, Maalouf el Europeo. Juan León escribió más, aunque poco nos llegó. Maalouf viajó a los siglos XI y XII, de Omar Jayyám y sus «Ruba´iyyat» en «Samarcanda» (1988); al mundo de Babel de Mani, el fundador de la conciliadora doctrina multiconfesional llamada maniqueismo en el siglo III («Los jardines de Luz», 1991); al espacio de contacto y mestizaje entre los hemisferios oriental y occidental que fue el Mediterráneo en «Las escalas de Levante»...
Historiador
No hay comentarios:
Publicar un comentario